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Los beneficios de las técnicas militares en el mundo empresarial

  • Foto del escritor: Mónica Langarita García-Prieto
    Mónica Langarita García-Prieto
  • 8 nov 2023
  • 3 Min. de lectura

Grupo formado por Esther Peces, Pablo Gallego, Valeria Del Olmo y Mónica Langarita.


Las similitudes entre el mundo militar y el empresarial son innegables. Ambos ámbitos exigen una toma de decisiones efectiva, estrategias bien definidas y un liderazgo sólido para alcanzar los diferentes objetivos. En este reportaje, exploramos una tesis en la que los directivos de empresas pueden aprender mucho de cómo piensan, toman y ejecutan decisiones los mandos militares, y cómo la aplicación de estas lecciones podría mejorar sus resultados empresariales.


La formación de mandos militares es un proceso riguroso y altamente especializado. Los oficiales militares pasan por academias y escuelas de formación donde se les enseña a liderar en situaciones críticas. La toma de decisiones bajo presión es una de las habilidades fundamentales que adquieren. Aprenden a evaluar rápidamente la información disponible, identificar objetivos y diseñar estrategias para alcanzarlos. El concepto de "misión" es central en el entrenamiento militar, y los mandos deben ser capaces de comunicar claramente sus intenciones a sus subordinados.


Para obtener información sobre la formación de mandos militares, consultamos diversas fuentes, incluyendo documentos y testimonios. Ante la negativa de los Oficiales del Ejército para ser entrevistados, hablamos con Moisés Gallego, un soldado de la Brigada Paracaidista, para obtener una perspectiva desde dicho terreno. Gallego nos ofrece una visión valiosa de cómo se enfoca el liderazgo en el ejército, él subraya la importancia de tener disciplina "Tienes que cumplir los horarios a rajatabla. El horario para un militar es inamovible".


Uno de los conceptos clave que los directivos pueden aprender de los mandos militares es la importancia de la planificación estratégica “Todos los Capitanes son metódicos”. Los militares dedican tiempo y esfuerzo considerables en la elaboración de estrategias a largo plazo, tácticas a corto plazo y en el análisis exhaustivo de las amenazas y oportunidades “Planifican las cosas mediante pizarras y ahí van haciendo como una especie de esquema”, comenta Gallego. 


Los líderes militares entienden que la toma de decisiones apresuradas puede tener consecuencias catastróficas, por lo que se centran en tomar decisiones basadas en datos y hechos. En un mundo empresarial caracterizado por la volatilidad y la incertidumbre, los líderes pueden beneficiarse de este enfoque meticuloso en la planificación estratégica; al tomar el tiempo necesario para analizar a fondo los escenarios y considerar las posibles ramificaciones de sus decisiones, los directivos pueden minimizar riesgos y aumentar sus posibilidades de éxito.


Además, los mandos militares son expertos en la gestión de recursos limitados. En situaciones de combate, la eficiencia y la asignación adecuada de recursos son cruciales para la supervivencia y el éxito de una misión. Los líderes militares son maestros en optimizar el uso de personal, equipo y suministros. Los empresarios pueden aplicar este principio en la gestión de sus empresas, especialmente en tiempos de crisis o restricciones presupuestarias. Aprender a maximizar la eficiencia y utilizar los recursos disponibles de manera efectiva puede marcar la diferencia entre el fracaso y el éxito.


Otro aspecto que los directivos pueden aprender de los mandos militares es la importancia de la adaptación. En el campo de batalla, las circunstancias pueden cambiar rápidamente, y los líderes militares deben ser flexibles y capaces de ajustar sus planes sobre la marcha. Esta habilidad de adaptación es crucial en el mundo empresarial actual, donde la agilidad y la capacidad de respuesta son fundamentales para la supervivencia de las empresas.


La mentalidad de misión, central en la formación militar, también puede ser aplicada en el ámbito empresarial. Definir claramente los objetivos y comunicarlos de manera efectiva a todo el equipo puede mejorar la alineación y la motivación de los empleados. En ambos mundos, la comunicación entre miembros del equipo es crucial según describe Gallego “Lo primero que hace un Capitán es tener una reunión con el superior para notificarle las novedades para posteriormente dividir las tareas que deba hacer cada uno y cuando termina la jornada laboral se informan nuevamente las novedades”. 


Por lo que en definitiva, los directivos de empresas pueden aprender valiosas lecciones de los mandos militares en áreas como la planificación estratégica, la gestión de recursos, la adaptación y la comunicación de la misión. La aplicación de estos principios puede conducir a decisiones más acertadas y resultados empresariales mejorados. 

 
 
 

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